La idea consiste en crear una sección municipal (o dotar de funciones a una ya existente) idealmente dentro del área de fomento productivo, dedicada a incubar iniciativas productivas que tengan como objetivo apoyar en su desarrollo y potenciar emprendimientos sustentables y amigables con el medio ambiente, como por ejemplo, artesanías en material de reciclaje; fabricación de cocinas y duchas solares, producción de compost para jardines, etc., entregando capacitación y asesoría a los emprendedores, guiándolos en materia tributaria y, en lo posible, entregando microcréditos o fondos no reembolsables para la puesta en marcha de las iniciativas, con la ventaja de que dichos ecoemprendimientos no suelen requerir de grandes inversiones. Con un seguimiento adecuado, luego de la salida de la incubadora, los proyectos tendrán mayores posibilidades de éxito y replicabilidad.