Cada uno de los impedidos de libertad, tiene derecho a conservar su dignidad que aún le queda. En este país tenemos un desierto como el de Antofagasta donde se podría edificar nuevas cárceles y hacer del desierto uno de los lugares más hermosos del País. A esas personas que están impedidas de libertad podrían hacerlo con un sueldo mínimo para cuando salgan de prisión sepan que rumbo darle a su vida para que tengan su mente ocupada y sus manos y de esta forma no se va a tener problemas con los derechos humanos.- Y representaría al País menos gasto y más satisfacción para cada uno de nosotros que lo estamos deseando que esas cárceles le sirva de algo.