La idea consiste en crear una certificación por un agente externo a cada empresa según su “Índice de Sustentabilidad Ambiental”. Para esto se ocupa una escala que vaya de 1 a 10, 1 es gravemente irresponsable y 10, sumamente responsable. Para determinar en qué punto de la escala se encuentra cada empresa se ocupan dos factores: el primero corresponde a las medidas ambientales tomadas por la institución (suman puntos) y el otro factor es la contaminación que ellas provocan (restan puntos). Así, con ambos resultados cuantificados se ubica a cada empresa en el nivel que corresponda.
Finalmente el resultado obtenido por cada empresa se rotulará en los envases de todos sus productos, con el fin de hacer transparente a los consumidores la responsabilidad que adquiere cada empresa respecto al impacto que éstas generan en el entorno.
Así incluiremos un nuevo factor en la toma de decisiones al momento de elegir un producto, en los consumidores.