En México, las comunidades costeras están entre las más vulnerables al cambio climático y a los riesgos por COVID-19 por la falta de acceso a sistemas de salud, infraestructura básica y acceso a recursos. Dentro de ellas, las mujeres son incluso más vulnerables por las funciones y cargos que tienen dentro del núcleo familiar. Para reducir los riesgos por COVID-19, mantener ingresos, y disminuir las emisiones por gases de efecto invernadero, proponemos un sistema de distribución regional que venda en las ciudades los productos elaborados por mujeres de comunidades rurales, y cuyas ganancias se invertirán en infraestructura y fortalecimiento de capacidades para generar resiliencia socioeconómica. A su vez, este sistema les dotará de insumos básicos que no son producidos en su región como alimentos saludables (frutas y verduras) y medicamentos. Se generará una red de mujeres organizadas, lo que además, les dará resiliencia para enfrentar otras crisis o impactos de eventos climáticos.