Nuestra propuesta trata de crear comunidades de estudiantes en las que se compartan los conocimientos adquiridos mediante el diálogo, en cualquier lugar público. Estas actividades darán otro enfoque a la educación, saliendo de la monótona sala de clases a los exteriores, fomentando así el compañerismo y la solidaridad. Sin calificar, sin uniformes, sino que compartiendo cada uno lo que sabe, conversando acerca de ello, enfocándose más en que el joven aprenda en vez de sólo evaluarlo, en un ambiente fraterno diferente al ambiente jerárquico de las escuelas. De esta manera, se llegará a un aprendizaje vivencial, donde mediante el diálogo se vivirán los conocimientos, siendo asimilados en vez de sólo memorizados. Para poder realizarlo, basta sólo de jóvenes que deseen compartir lo que saben, otros que quieran aprender, y un lugar donde puedan reunirse y trasmitir sus conocimientos. Los participantes deberán en lo posible replicar las comunidades, creando a futuro una red de aprendizaje.