Cero violencia a través del teatro infantil

Cero violencia es un proyecto dirigido a niñas y niños que han sido víctimas del delito en la Ciudad de México, con el objetivo de evitar que reproduzcan la violencia que han vivido. A través del teatro infantil, les enseñamos a llevarse mejor entre ellos, comunicar sus emociones, solicitar ayuda siempre que lo necesiten, respetarse a sí mismos y a los demás y a que la primera respuesta frente algún conflicto no sea la violencia. El impacto de nuestro programa se centra en la prevención de conductas violentas a edad temprana y el desarrollo de habilidades y capacidades de convivencia social positiva, a través de talleres de teatro infantil como un escenario pedagógico y educativo. Este proyecto es una iniciativa de Agenda Cero A.C., una organización civil sin fines de lucro en la Ciudad de México que tiene como misión reducir la violencia y la delincuencia a través de la prevención social.
¿Cuál es el problema que están resolviendo?
La violencia y maltrato que viven miles de niñas y niños no sólo en México sino a nivel mundial, afecta directamente en todas sus áreas de desarrollo, afectiva, emocional, familiar, social y escolar. Esta relación tiene un impacto directo en el rezago educativo de los niños al ser uno de sus principales escenarios de convivencia y aprendizaje.Alrededor de 6 de cada 10 niñas, niños y adolescentes entre 1 y 14 años de edad sufren alguna forma de maltrato infantil (UNICEF, 2017). El maltrato infantil es uno de los abusos más invisibles debido a que la mayoría de las veces proviene de círculos sociales cercanos como la familia, donde es común que la o el agresor se encuentre entre los principales cuidadores de niñas y niños. Además, las denuncias por este tipo de delitos son relativamente bajas. Es común que en familias donde hay presencia de maltrato infantil, exista presencia de otro tipo de violencias como familiar o maltrato hacia los animales. De igual manera, es altamente probable la existencia de conductas antisociales y factores de riesgo como presencia de alcoholismo, drogadicción, deserción escolar e incluso antecedentes penales en contextos donde hay maltrato infantil. Esta situación hace que miles de niñas y niños que viven violencia, no puedan tener la oportunidad de un crecimiento y desarrollo adecuado para su edad en igualdad de condiciones que niños que no son abusados. Según datos de la UNICEF, 300 millones de niños de 2 a 4 años en todo el mundo (3 de cada 4) son víctimas de violencia por parte de sus cuidadores. Muchas veces esta violencia proviene de métodos de crianza donde está justificada como una forma de disciplina; es por ello díficil cuantificar el número de bofetadas, insultos, gritos, regaños y abusos. Algo que todos los estudios sobre violencia infantil refieren, es que el maltrato en contra de niñas y niños empieza desde muy temprano y las consecuencias son aveces irreparables y permanentes. Este proyecto se dirige a niñas y niños que están en calidad de víctimas por diferentes tipos de maltrato: psicológico, físico, abuso sexual, explotación infantil, violación, principalmente. Son niñas y niños que se encuentran de manera temporal en el Centro de Estancia Transitoria (CET) de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México; en su mayoría han sido víctimas de violencia dentro del entorno familiar, de quienes tenían la obligación de cuidarlos y brindarles un adecuado entorno familiar. La realidad descrita anteriormente revela la necesidad de que las niñas y niños que se encuentran en el CET construyan herramientas de resiliencia dentro del nuevo contexto en el que están insertos. Estas herramientas deben permitir la sana convivencia con los demás compañeros evitando replicar comportamientos violentos. Esto aunado a que muchos de ellos han sido víctimas directas de violencia por lo que la manera en la que han aprendido a relacionarse con el mundo es a través de ella. La intervención oportuna para la resignificación de la violencia y el proceso educativo para el aprendizaje de nuevas herramientas de convivencia positiva tendrá un impacto en sus relaciones a futuro. Nuestra innovación está dirigida a aprender la manera de relacionarse con ellos mismos y con el mundo que los rodea con especial énfasis en la prevención social de la violencia. Si logramos identificar y atender el maltrato infantil podemos prevenir que la violencia escale y se convierta en un círculo vicioso, evitando que llegué a impactar en otros contextos como el escolar. La escasa información sobre el tema apunta una idea clara: uno de los factores que incrementan la violencia infantil es el hecho que los padres, madres o cuidadores hayan sufrido tratos abusivos o descuido en su infancia; esta relación es la base de este proyecto:1. La enseñanza de relaciones positivas a niñas y niños víctimas del maltrato, es una forma de prevenir la reproducción de círculos de violencia otros contextos;2. El prevenir la violencia en niñas y niños es una forma de prevenir la violencia a futuro y su involucramiento en actividades delictivas. Muchos estudios confirman que las primeras experiencias afectan el cerebro de niñas y niños: “las investigaciones sobre la biología del estrés durante la infancia temprana muestran cómo adversidades mayores, como […] el abuso o la negligencia pueden debilitar la arquitectura del cerebro en desarrollo y poner al sistema de respuesta al estrés en permanente alerta”. Esto significa que las experiencias adversas al inicio de la vida tienen efectos negativos en el desarrollo físico, emocional y psicológico de niñas y niños y probablemente perduren durante toda su vida. Es por ello por lo que la prevención en una etapa temprana es fundamental para reducir el impacto de las consecuencias traumáticas que posiblemente estarán presentes. Las niñas y niños por su condición biológica y nivel de maduración están en una etapa en la que la prevención puede ser más eficaz, ya que en algún futuro crecerán y dependerán de las herramientas con las que cuenten, de sus experiencias e historias de vida, de sus vínculos afectivos y emocionales y de su desarrollo y maduración para tomar decisiones y afrontar dificultades. Además de nuestra metodología a través del teatro, apoyamos a niñas y niños para que puedan contar con más herramientas educativas y regularizar el nivel grupal para ayudar a la incorporación de las actividades y evitar la exclusión. Muchos de ellos no han podido tener la oportunidad de ir a la escuela, algunos presentan rezagos educativos evidentes principalmente de lectura y escritura por lo que a través de nuestras actividades buscamos incidir en esta situación. Parte de nuestra población proviene de situación de calle, por lo que los procesos de alfabetización y herramientas educativas serán fundamentales para su aprendizaje e incorporación al sistema educativo formal. Es por esta razón que consideramos que nuestro proyecto está impactando en la agenda 2030 a partir del objetivo 4 y 16.
¿Qué impacto positivo tiene su proyecto en su comunidad? Expliquen de la forma más concreta posible cuál es su impacto social, ambiental y/o económico actual. (Max. 500 caracteres)
Cero violencia inició en julio del 2018 y al día de hoy hemos impactado a 156 niñas y niños y 227 adolescentes que han vivido maltrato. El proyecto se basa en una metodología orientada a resultados mixtos. Nuestra medición de impacto tiene cuatro indicadores clave: 1) Resolución de conflictos; 2) Empatía; 3) Asertividad; y 4) Tolerancia a la frustración. Hemos logrado reducir las emergencias psicológicas dentro de la institución y hacer que los niños convivan de una mejor manera entre ellos.
¿Con cuál de las cuatro áreas temáticas de este desafío se vincula tu propuesta?
2- Educación - Educación de Calidad (ODS 4) / Trabajo Decente (ODS 8)
¿Qué hace que su proyecto sea innovador?
Nuestro proyecto se basa en el teatro infantil como un escenario pedagógico donde niñas y niños pueden aprender nuevas formas de relacionarse de una forma no violenta a través del juego, la expresión corporal, la improvisación y actividades teatrales que permitan romper con círculos de violencia en la conducta. Nuestro modelo tiene un marco de referencia social, una metodología orientada a resultados y una medición de impacto basada en cuatro indicadores que permiten evaluar la efectividad de cada sesión y modificar las actividades posteriores de acuerdo a las necesidades que surjan de cada experiencia. La innovación radica en los procesos de construcción grupal a través de la interacción de niñas y niños donde podemos intervenir para transformar ideas, conductas, pensamientos, actitudes mas allá de una puesta en escena (producción teatral). Asimismo, a través de actividades específicas ayudamos a niñas y niños a que aprendan a leer, escribir y adquieran habilidades que no han tenido la oportunidad de aprender de acuerdo a la edad que tienen. Esto lo realizamos a través del juego y la motivación para trabajar en equipo y ayudarse entre ellos. Para nosotros, es importante la interacción grupal, ya que es en este proceso donde aparece el conflicto y podemos intervenir para general nuevos aprendizajes. Es el teatro un pretexto para la enseñanza, para modificar conductas y romper con círculos de violencia. Nuestro programa de operación tiene una capacidad flexible para integrar nuevas herramientas dependiendo de las necesidades que surjan en el grupo y también de las particulares de algunos niños y niñas. Así, hemos logrado no sólo reducir y prevenir la violencia sino que niñas y niños aprendan a hablar, leer, escribir, y desarrollar habilidades motrices a partir del juego, la imaginación y la estimulación creativa.
Nombre y apellido representante del equipo
Miguel Rodrigo García Hernández
Equipo
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